Hace unas semanas el Diario de Alcalá publicaba una opinión breve en sus páginas alertando de la desaparición de la máquina del tren del campus externo de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH). Una locomotora en la que desde 1978 y a lo largo de más de tres décadas han jugado decenas de vecinos -pequeños y mayores- de la Ciudad del Aire.
Muchos pensaban que alguien había robado unas cuantas toneladas de hierro sin que los vigilantes de la UAH se dieran cuenta, pero no. Como explica el blog Treneando, «la Fundación de Los Ferrocarriles Españoles ha cedido la locomotora para su restauración y exhibición pública en un jardín frente a la fachada de Bodegas Muga (La Rioja). La empresa vinícola rinde de esta forma tributo al tren, que desde mediados del siglo XIX propició la salida de los caldos riojanos hacia los mercados europeos y que hizo de Haro, y su estación, un núcleo capital para la crianza y venta del producto vital para esta zona de la comarca riojana».
Bien es cierto que desde hace algunos años los pinos ocultaban la máquina y las pintadas la habían ensuciado alcanzando un deterioro considerable. Desde el pasado 21 de marzo de 2013 el lugar de esta locomotora construida en 1889 en Bélgica está en La Rioja.